Todo lo retro y lo vintage ha vuelto a ponerse de moda en los últimos años, es un hecho. Conseguir artículos de hace décadas que hace algunos años se considerarían anticuados e inservibles es, a día de hoy, el hobby preferido de muchas personas. Conseguir piezas únicas, volver a disfrutar de artículos y productos que no se veían desde hace décadas y, en definitiva, sacar todo lo positivo de objetos que ya creíamos obsoletos se ha vuelto una auténtica tendencia a la que muchas personas se quieren sumar.
En concreto, uno de los ámbitos en los que lo retro se ha puesto más de moda es, sin duda, el mundo de la música. Instrumentos musicales, aparatos para reproducir música, soportes para melodías que ya parecían haber sido sustituidos por componentes más vanguardistas han vuelto hoy en día a las tiendas físicas y online para demostrar a muchos que lo retro todavía tiene hueco dentro de nuestro nuevo estilo de vida del siglo XXI.
Por todo esto, en este post hemos querido analizar un poco este nuevo concepto gracias al cual muchas generaciones han visto cómo volvían aquellos elementos que utilizaban en su juventud y hemos normalizado el uso de elementos como los tocadiscos o los vinilos.
Lo vintage está de moda
Que lo vintage está de moda es absolutamente indiscutible. Después de varias décadas de consumo prácticamente ilimitado en las cuales lo que estaba de moda era precisamente comprar constantemente productos nuevos, lo cierto es que, a día de hoy, parecemos estar volviendo un poco al pasado.
La conciencia social colectiva, el cambio climático y, en definitiva, el modelo de consumismo que ha llevado a la humanidad a una de sus crisis globales más históricas, nos ha hecho replantearnos por completo nuestra forma de consumir.
De este modo, no solo en la música, si no en otros ámbitos como la moda, o la fotografía se ha vuelto a la tendencia de la segunda mano o de los elementos analógicos, como una puesta en valor del pasado.
La vuelta de los tocadiscos
En el ámbito de la música concretamente, hemos visto cómo ha vuelto el furor por algunos productos que, muchos de nosotros, creíamos que ya no volverían a las estanterías de los comercios. Los tocadiscos como los de thorens son el ejemplo perfecto para ilustrar la vuelta de este sonido que conquistó, hace ya unos cuantos años, a toda una generación.
Los tocadiscos, hoy en día, se han convertido en un artículo de lujo, prácticamente de coleccionista, que todo el mundo quiere tener en casa. Por este motivo, hemos podido ver ya reediciones de tocadiscos antiguosy, como no, adaptaciones de tocadiscos con la tecnología actual, que permiten incluir, por ejemplo, puertos USB o conexiones para altavoces.
Sea como sea, lo que está claro es que en el panorama actual, los tocadiscos vuelven a triunfar. Un producto que se consolidó en su época como uno de los primeros acercamientos a la democratización de la música más allá de la música en directo o a través de la radio, se convierte hoy en un elemento de culto que cualquier persona desearía tener.
Y es que, además, los tocadiscos cuentan con muchísimas ventajas respecto a los reproductores de música con los que contamos en la actualidad. Por mencionar algunos, destaca su famosísimo sonido único, lleno de imperfecciones y tonos cálidos que hacen que escuchar música en ellos se vuelva toda una experiencia.
Sin duda, los tocadiscos son uno de los reproductores de música más originales que podemos encontrar, un elemento con muchísimo carácter que marcará la diferencia cuando, simplemente, queramos sentarnos a descansar escuchando un buen disco.
La nostalgia del pasado
Y es que esta nueva tendencia de devolver a la música todo lo que nos ha dado durante los últimos 50 años es una expresión absoluta por recuperar la esencia, aquello que nos sorprendía hace varias décadas y que hoy parece haberse perdido entre la globalización y la inmediatez de Internet.
Y es que no solo contamos con la moda de los tocadiscos, también hoy en día encontramos un auge de los discos en vinilo e, incluso, una tendencia que se está recuperando en los últimos meses: la vuelta de las cintas de casette.
Esto se produce, sin duda, por una gran nostalgia sobre el pasado. Al fin y al cabo, hasta las personas que tienen hoy en día más de 30 años, han crecido escuchando cintas de casette, tocadiscos y un sinfín más de productos que han formado parte de su vida desde pequeños.
Esta vuelta a lo antiguo no es más que una búsqueda de lo auténtico, de volver a esas referencias de juventud y seguir disfrutando de música y artistas que, si bien no eran la explosión de riqueza que son a día de hoy, podían parecer más auténticos.
Además, gracias a esta vuelta al pasado con vinilos y tocadiscos de por medio, vemos también como se han tendido puentes entre generaciones, encontrando un punto en común para que abuelos, padres y nietos puedan disfrutar de la cultura aprendiendo unos de otros.
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